PANAMEÑOS: Para el 2014 NO + Engaños

Para el año 2014 este debe ser el "lema de campaña" para muchos panameños, que en medio de la campaña electoral y la propaganda que esta encierra (e incluso la violencia que intenta surgir dentro de ella) no debemos dejarnos engañar por 'falsas expectativas' que solo son engaños y falsas esperanzas a una población agobiada por los problemas cotidianos de sus familias y vecindarios y que agravados por una crisis que al parecer no tiene fin.
No más engaños significa que para el 2014 ninguno de los candidatos presidenciales (que igual que en la camapaña anterior de 2009) prometieron una serie de cosas que a la fecha no han podido cumplir (o resolver, o como ud. le quiera llamar), una de esas promesas fue la de la reducción del costo de la canasta básica ¿familiar?, incluso el actual mandatario (Martinelli) prometió que iba a bajar el costo de la misma, hecho que no ha cumplido.
¿Saben porqué no ha podido cumplir esta promesa?, Primero, no puede(n) cumplirla porque las 'Leyes del Mercado' (libre oferta y demanda) están por encima de la política;  Segundo, el es propietario de un cuasi monopolio de supermercados en el país, así que el mismo no se iba a 'fregar' sus intereses 'empresariales';
Tercero, es el importador (recuerden Importadora Ricamar, s.a), así que no se sorprenda porque el sector agropecuario (sector primario) se encuentra 'en decadencia' en el país, agravado por los Acuerdos de Libre Comercio suscritos por Panamá con otros países, en detrimento del productor nacional.
Así que hermanos míos panameños ante tanto transfugismo, irregularidades espeluznantes, sicariatos misteriosos políticos y neoliberalismo rampante, nuestro lema debería ser NO + Engaños.
Solo esperamos que el candidato o los candidatos que resulten electos cumplan lo que prometen, aunque desde ahora estamos evaluando no darles el voto, porque realmente nuestros políticos, en los últimos años se han dedicado a elaborar leyes antinacionales y antipopulares, al tiempo que gozan de privilegios e impunidades, cosa que debemos cambiar, igual que el clientelismo aberrante y el transfuguismo que los acompaña.