Gobierno debe derogar Ley que perjudica a médicos panameños y pacientes y entablar diálogo para resolver crisis

Es el titular de este pequeño escrito que se intenta publicar aquí, después de varios años y meses de constante observación, intentos de análisis crítico y similares.
Frente a la situación generada primero por la Imposición de una Ley 69 injusta e inconsulta con las partes afectadas (léase médicos panameños y pacientes panameños), la cual debe ser derogada o reformada en los aspectos que desmejoran a los médicos , enfermeras y técnicos de la salud panameños.
Se ha convocado a un diálogo, una de las partes, al parecer, se rehusa a dialogar, con la Iglesia Católica como mediadora, se debe llegar a una solución viable para la salud de los panameños, que en su mayoría de extracción humilde, provenientes de lugares tan remotos y desconocidos de la geografía nacional, son los que sufren está situación negativa que debe llegar a su fin.
También se hace un llamado al Gobierno Nacional (quien es el que administra el Estado), que le dé una real autonomía a la Caja de Seguro Social, ya que muchos ciudadanos se han dado cuenta que con la más importante institución de Seguridad Social de los trabajadores, se está haciendo política, objeto que no es del agrado de muchos.
Se le recomienda al Ministerio de Salud, en este caso a los titulares de este sector del Gobierno que en las leyes concernientes a este sector, se le dé importancia a la 'Salud Preventiva' y darle mayor importancia a la atención de salud en las áreas más apartadas del país, no sólo edificando instalaciones (que muchas veces están mal construidas por cierto,) sino que debe dotarlas de médicos idóneos y de los insumos necesarios para que brinden atención de calidad en estas regiones del país.
En lugar de estar haciendo campaña política con la miseria de las mayorías, el Gobierno debe ponerse con sinceridad a resolver los problemas del pueblo.
Recordemos que "El Poder Público emana del Pueblo", artículo 2 de la Constitución Política de Panamá, y que este pueblo es el que está sufriendo está injusticia por la ausencia de un diálogo real cónsono con la situación actual por la que atraviesa la mayoría de la población y que exige una atención real con humanidad y calidad.